Desarrollar nuevos envases reutilizables y seguros desde el punto de vista de la industria agroalimentaria es el reto que se marcan ITC packaging, Aimplas y el grupo de investigación Agrifood BiotechLab de la Universitat de València.
EL proyecto cofinanciado por la Unión Europea a través del programa Operativo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) de la Comunitat Valenciana 2014-2020 y apoyado por la Agència Valenciana de la Innovació permitirá obtener dos tipos de envases reutilizables: uno de ellos a base de polipropileno (PP) y otro a base de poli(3-hidroxibutirato) (PHB), un polímero bio-basado y a su vez compostable al final de su ciclo de vida. Presentan buenas propiedades barrera, convirtiéndolo en un compuesto potencial para remplazar s los polímeros de base petroquímica.
Revalorización de subproductos de la industria
Diariamente se genera gran cantidad de residuos en el sector primario y secundario, cuya gestión supone un problema para las empresas y el medio ambiente. Muchos de dichos subproductos son infravalorados. ReusePHB trabaja en su revalorización mediante procesos que permitan transformarlos en recursos de alto valor añadido, desarrollando estrategias para la obtención de envases mejorados bio-basados que permitan la reducción plásticos de fuentes no renovables como aquellas de origen fósil.
Diagrama de flujo del bioprocesado de PHB (izquierda). Estructura química de PHB (derecha).
Apuesta por nuevos envases
Las actuales regulaciones y tendencias indican que, en el sector de envases y embalajes, el desarrollo de materiales bioplásticos compostables y biodegradables se destaca como un imperativo para dar respuesta a los desafíos actuales acerca de la protección del planeta, ya que el impacto social y medioambiental asociado al actual sistema de producción de envases conlleva efectos tóxicos para los ecosistemas y salud humana.
Existe un interés por parte del sector alimentario en desarrollar envases sostenibles con propiedades barrera basados en biopolímeros como PHB, ya que se espera que todos los envases de plástico del mercado de la Unión Europea sean reciclables o reutilizables antes de 2030.
Las propiedades físico-químicas del PHB frente a otros biopolímeros como el PLA, lo posicionan como una apuesta de futuro en el envasado de alimentos. Además, por sus propiedades barrera frente al oxígeno y/o vapor de agua, permite alargar la vida útil de los alimentos envasados. Además, su capacidad para ser biodegradado en entornos naturales como suelos, lodos y aguas, permiten su descomposición en periodos comprendidos entre 1 y 6 meses.
En caso de obtener los resultados esperados a lo largo del proyecto, los desarrollos realizados a partir de PHB tendrían una gran aceptación y aplicabilidad en una amplia gama de productos, convirtiéndolo en una alternativa viable y sostenible para su uso en el envasado alimentario.
Hasta 2023, la Agència respaldará este proyecto con una aportación de más de 430. 000 euros en el marco de su Programa de Proyectos Estratégicos en Cooperación, dirigidas al fortalecimiento y desarrollo del Sistema Valenciano de Innovación para la mejora del modelo productivo para el ejercicio 2021 a 2023.